Que un rey de España renuncie a seguir reinando no es ninguna novedad, la novedad es el motivo.
Hasta ahora, solo había existido uno: el miedo.
Desde esta fecha hay otro posible motivo: el bien de España.
El tiempo sancionará si el bien de España era la intención, el resultado, o ambos, o ninguno.
De momento tenemos la palabra de un rey que nos dijo hace un ratín que todos eramos iguales ante la ley y que cuyo legado es una democracia de baja calidad, un reino desunido y una oscura fortuna personal.
Donde otros han visto servicio a España y ahora sacrificio, yo veo el borboneo secular y ahora miedo.
El Rey abdica, viva el Rey.
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