Alrededor de 50.000 romanos comandados por un genio militar y aplicándose, no solo al pilum y al gladio, sino a la pala y al hacha ( así como apoyándose en su superior tecnología), contra unos 80.000 galos guarnecidos en una fortaleza inexpugnable, bajo el mando del mejor guerrero, estratega y líder galo; y contra cerca de 250.000 galos, venidos de todos los rincones de la Galia, dispuestos a liberar a su jefe.

Explicar como un ejército de 50.000 romanos conquistó 650.000 kilómetros cuadrados de terreno y a sus 15.000.000 de pobladores ( para los siguientes 500 años ), luchando contra unos 3.000.000 de guerreros durante unos 8 años; pasa por explicar lo ocurrido en Alesia en el año 52 a.C.

Gaius Iulius Caesar y Vercingétorix se echaron un pulso de consecuencias monumentales e inesperadas. Acabó con la posibilidad de que el mundo celta predominase en Europa y acabó con la República romana.