lunes, 15 de abril de 2013


El Gran Capitán en Ceriñola

 Don Gonzalo Fernández de Córdoba ( Montilla 1453-Granada 1515 ) fue un soldado de Castilla formado en la Reconquista y en las Guerras de Nápoles. Contra los musulmanes se había vuelto experto en el uso de la rapidez, la emboscada, el corte de suministros y los golpes de mano, pero en Italia apenas servían estas tretas ante las imponentes cargas de la caballería pesada francesa y los sólidos cuadros de piqueros suizos. La santa Liga ( Castilla-Venecia-Austria-Milán-Estados Pontificios ) reclamaba el reino de Nápoles, pero Francia estaba poniendo en batalla más y mejores tropas.

Don Gonzalo estaba resistiendo con dificultad el acoso francés en Barletta, ralentizando las acciones enemigas con emboscadas y acciones rápidas, hasta que llegaron los refuerzos ( italianos y alemanes ) de la Santa Liga. Tenía menos efectivos, pero organizados en unidades que, al ser menos numerosas, eran más agiles tácticamente. Además estaban más especializadas, destacando sus arcabuceros y su caballería ligera.





Entonces Salió de Barletta, dirección norte, exponiendo un flanco a un posible ataque francés desde Canosa, atravesando el río Ofanto y la llanura de Cannas hasta Ceriñola, en donde acampó en una colina. El Duque de Nemours no le había atacado pero le seguía los pasos de cerca, por lo que don Gonzalo tuvo escaso tiempo para los preparativos de la batalla.
El Gran capitán fijó una fuerte posición defensiva en la colina, excavando un foso, usando la tierra extraída para formar un talud, cavando trincheras, removiendo tierras y levantado parapetos. Colocó la artillería en una posición elevada y ubicó sus tropas adivinando el previsible ataque, en oleadas sucesivas, francés.

El Duque de Nemours, con sus 10.000 efectivos, llegó al atardecer y dudaba si dar batalla o acampar y descansar hasta el día siguiente.
Las dudas se las resolvió una carga provocadora de la caballería española que se retiró ordenadamente ante la carga de la caballería pesada francesa, conduciendo a esta hacia la colina. Tras resguardarse la caballería española, la francesa fue frenada por la artillería española y los arcabuceros atrincherados en la vanguardia española. El propio Duque recibió tres disparos ( que no fueron cuatro porque cayó muerto ) y la caballería evitó el foso y la colina buscando hacia su derecha algún paso en el flanco izquierdo español. Se desplazaba lenta por los terrenos previamente removidos por los españoles y seguía recibiendo fuego de arcabuz y cañón. La caballería pesada ( y ahora escasa ) francesa se retiraba vencida cuando llegaron los piqueros suizos y los infantes gascones a la falda de la colina. Los arcabuceros les dieron la bienvenida y se retiraron en orden tras los piqueros alemanes, quienes, junto al foso, fijaron a los suizos y gascones, impidiéndoles el avance y facilitando el blanco a los tiradores españoles. Los cañones españoles habían explotado accidentalmente con su propia pólvora, y cundió la alarma en las filas españolas. Don Gonzalo arengó a la tropa: "¡Buen anuncio...! Estas son las luminarias de la victoria." La merma artillera dio igual porque cuando atacó la infantería española (coseletes y ballesteros ), los infantes suizos y gascones retrocedieron contra su caballería ligera y todos juntos huyeron bajo el fuego de arcabuz español y el acoso de la caballería española.









Frente a las tropas de élite del momento que eran la caballería pesada y las picas… freno, tope, fijación y fuego. Frente al ataque arrollador… defensa, fortificación y terreno a favor. Frente a superioridad y arrogancia… especialidad y ardid.
Vencedor nato, líder de hombres, organizador de ejércitos, estratega y diplomático. Capaz de manejar eficazmente tropas de distinta nacionalidad, de utilizar variados tipos de tropas y de coordinar tácticamente sus maniobras, de sobreponerse a adversidades, de adaptar la estrategia al enemigo y de dar soluciones innovadoras a grandes problemas.

Don Gonzalo Fernández de Córdoba fue un gran capitán.






Los legendarios tercios españoles de picas y arcabuces mucho de deben a don Gonzalo.

Don Francisco Pizarro estuvo cambiando impresiones con los gabachos como soldado de infantería en el flanco derecho español.

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